miércoles, 14 de enero de 2015

Lucho, lucho y lucho, y no hay oponente, sólo yo.

Hoy, solo tenía ganas de escribir en un papel con una pluma, pero no tengo :(.
Lo bueno que siempre tengo mi blog.

Ayer en la noche me apareció la oportunidad de trabajar de niñera en Boston por 1 mes, y aunque la tomé, aún no parece ser algo seguro. Aunque la incertidumbre se ha apoderado de mi por segundos durante todo el día, trato de solo verla pasar, y recordar fluir.
Mañana me voy a Brooklyn, tengo intención de ir  a ver un depa que ya tengo en la lista, lista que esta compuesta de 1 solo cuarto, ese.
Bueno, pase lo que pase con lo de Boston quiero seguir planeando mi estadía en NY que aún si lo del trabajo de 1 mes sucede, después mi plan es volver aquí, al menos ya tendré algo del camino avanzado, o tal vez no, y al fin así de incierta es la vida.

Hablando de eso, me he dado cuenta que la incertidumbre es una de las emociones que mas trabajo me cuesta dejar ir, fácilmente me jala al caos, y ahora que lo concientizo, lo único que puede sacarme de este estado es pensar que la vida en sí es incierta. Nunca tenemos nada seguro, no importa que tanto dinero tengamos ahorrado, no importa que familia tan perfecta tengamos, no importa cuan estable parezca nuestro trabajo, al final de cuentas no tenemos nada seguro, porque la esencia de la vida misma es la inestabilidad, no importa si la vida entera nos la pasamos planeando, midiendo riesgos, trabajando, viviendo en un lugar seguro, !no importa!, la vida, en el momento que le plazca,  nos mostrará su esencia y nos hará tambalear y volver a empezar.

Entonces, siendo así, trato de relajarme y agradecer el momento mismo, mi estadía prolongada conmigo misma, al fin, soy yo misma mi única segura compañera para el resto de mi vida, así que mas vale estar en paz con lo que soy, con lo que tengo, con lo que no, con lo que quiero y lo que no, ya que sin lugar a duda es lo único que siempre tendré seguro: mi compañía en el presente mismo.

Estoy feliz por estar, y por constantemente retarme a ser, y sé que en este momento si me doy el lujo de irme hacia afuera de mi misma, aunque sea por unos minutos, corro el riesgo de volverme loca.

Por lo tanto es escribir y meditar lo único que me da paz, mis palabras son las únicas que me recuerdan en dónde estoy y el silencio el que me dice que todo esta y estará bien.

En este estado en el que me encuentro a mis 27 años, sin trabajo y por el momento sin departamento a donde ir, una de las únicas ventajas que tengo, es que puedo tomar cualquier oportunidad que se me presente al instante, cómo única, ya que no tengo nada que me ate. Y es entonces en este estado cuando enfrento los verdaderos anclajes que tengo en mi vida. La mayor parte de la gente vamos por la vida echándole la culpa a la familia, al trabajo y demás factores externos, cuando queremos hacer algo y "no podemos". Ahora que estoy aquí lejísimos de cualquier miembro de mi familia, sin trabajo y sin plan de vida alguno, me doy cuenta que al final las ataduras mas grandes que tiene el ser humano, son cosas que están dentro, ideas aprendidas y miedos infundados desde años atrás.  Es cuando quitas del mapa todo lo que aparentemente te esta limitando, cuando te das cuenta que no hay nada en la vida que te limite más que tu mismo.

Así es como he vivido en una constante lucha contra mi misma estos días, lucho contra mis miedos a no ser exitosa, definiendo exito como lo aprendí en mi familia y con la sociedad que me rodeo la mayor parte de mi vida. Lucho contra la ansiedad de no tener, siendo tener un termino para definir la cantidad de dinero que guardo en el banco. Lucho contra la incertidumbre de no saber hacia donde moverme, naciendo la incertidumbre del, antes impensable, estado de descontrol sobre lo exterior.  Lucho contra las ganas de irme corriendo a casa en el primer obstáculo que se presenta, para que mi mamá y mi papá me resuelvan todo, siendo esto lo que siempre hice. Lucho contra mi físico que quiere enfermar a cada emoción frustrada. Lucho contra el Yo que hace años pensé que sería cuando tuviera 27, el Yo que soy actualmente, y aquel Yo que mi mente fantasiosa esta creando para cuando tenga 30. Lucho con la idea de estabilizarme y estar preparada. por si un día tengo hijos y familia, no batallar y la idea de solo vivir en el aquí y en el ahora, de sólo ser y dejar que las cosas fluyan por si mismas, sin agobiarme por lo que aún no viene.

Lucho, lucho, lucho y cuando me empiezo a cansar, escribo, después: calmo, agradezco, dejo ir, descanso y en cualquier segundo la lucha empieza de nuevo. Y esta vez no hay a nadie quien culpar, esta vez no hay a dónde huir, esta vez no me puedo ya engañar, esta vez lucho contra mi misma y solo yo,  para tomar cada día más conciencia y acercarme cada vez más a mi YO en un estado puro, en dónde se encuentra en armonía lo que pienso, lo que siento y lo que hago reflejando lo que soy.


Pamela

No hay comentarios:

Publicar un comentario