jueves, 18 de abril de 2013

Y en mi mundo no hay hadas...

De esos días donde me siento pisar las nubes
el día entero desde que amaneció
y aunque hoy amaneció más temprano,
al abrir los ojos en el fondo un pájaro cantó...

No estoy rodeada de hadas, y esta vida no es un cuento
pero el día de hoy me sentí princesa
todo fue tan perfecto, y aunque quiso haber tormenta
cuando uno es feliz el sol siempre calienta...

No fue por buenas noticias, ni por recibir un halago
no fue por saber hoy de él, 
ni por encontrar en mi chamarra dinero ya olvidado
esta vez fue solo uno de esos días en que despiertas inspirado, 
es como si no supieras de rencores,  de enojos ni de engaños.

Es de esas veces que es tanta la felicidad que ni la percibes, 
no porque no la agradezcas, o no te excite, 
si no porque ese día 
solo eres, solo estas, solo vives.

Y llega la noche y aunque la perfección en este mundo no existe
ni las hadas, ni las princesas, ni los sapos, ni los principes
hay una hoja en blanco esperándote junto a tu cama, 
esa que te incita a hacer lo que más amas.

Arriba ya de esa nube justo antes de dormirte, te das cuenta que
gracias a ese amor propio que no te amarra
recibiste buenas noticias, supiste de él, 
pero no, hoy no encontraste dinero en la chamarra.

Y al final esa solo es la perfección dentro de lo imperfecto :D 
por lo tanto mi nube no se acaba. 

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